Sorpresa inesperada
A veces ocurre que las personas con las que se convive a diario en el trabajo llegan a ser amigas de él.Eso es lo que pasa con la jefa de mi marido, que es buena gente, de esas que se acuerdan de tu afición cuando andan por esos mundos de Dios. Pues bien, me trajo este delicado y precioso dedal hecho de fino hueso y que además es de colección. Si miras al trasluz por dentro se ven los agujeritos que hay arriba , por los que se filtra tenuemente la luz. Dentro hay una inscripción que da fé del material y del Museo al que pertenece
Estas finas piezas me encantan y ella que lo sabe , tuvo el detalle de traérmelo. Además de unas tijeras en otro de sus viajes. Si es que estas pequeñas detalles con cariño no tienen precio.¡Gracias Jana! Ya has quedado para la posteridad en mi blog, je, je.
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